Hija de dos nobles de la zona, fue casada con 12 años con el noble bretón Geoffrey de Chateaubriant, con quien tuvo dos hijos, Geoffrey y Loiuse.
Tras la muerte de su marido en 1326 se volvio a casar durante un breve periodo con Guy of Penthièvre, posiblemente para preteger a sus hijos menores de edad.
Pero la familia de Guy intrigó contra ella y, apelando al Papa Juan XXII, consiguieron la nulidad del matrimonio para poder casar a Guy con Maire de Blois, sobrina del rey Felipe VI de Francia.
En 1330 se casó de nuevo, esta vez con Olivier de Clisson, un rico bretón con un castillo en Clisson, una mansion en Nantes y tierras en Blaine. Las posesiones de Jeanne en Pitou y Beauvoir-sur-mer al suroeste de Clisson, convirtieron a la pareja en un poder a tener en cuenta en la región.
Tuvieron cinco hijos: Isabeau, Maurice, Olivier, Guillaume y Jeanne.
Tuvieron una vida feliz, aparentemente, ya que la historia no los menciona hasta 1342
Durante la Guerra de Sucesión Bretona, donde ingleses y franceses se disputaban el derecho a la corona ducal vacante de Bretaña, Olivier se alineó con el bando frances, a favor de Charles de Blois contra la opción inglesa, personificada en John de Montfort.
En 1342 Olivier, junto con Hervé de Lion, defendió Vannes de los ingleses hasta que, tras cuatro intentos, la ciudad cayó. Olivier fue el único puesto en libertad, tras un intercambio por Ralph de Stafford y una ínfima suma de dinero.
Los franceses pensaron que ese trato debia ser una recompensa por su traición y decidieron quitarse de enmedio a Olivier y confiscar sus tierras. Para ello, capturaron a Olivier durante un torneo en Malestroit, llevado a París y decapitado tras juzgarlo y condenarlo por traicion murrapido.
La cabeza la llevaron a Nantes, donde la colgaron de los muros como ejemplo.
Jeanne... ¿Cómo decirlo? Jeanne no se lo tomó bien.
Antes de que los franceses pudieran ejecutar el embargo, vendió todas sus posesiones y con el dinero alzó un pequeño ejercito con el que, de primeras, atacó un castillo en Touffou, dejando a un único superviviente.
Luego se dice que destruyó una guarnición en Château-Thébaud, que anteriormente había estado a cargo de su marido.
¿Y los franceses que hicieron? Bueno, los franceses estaban en medio de lo que se llamó la Guerra de los Cien Años y no pudieron aplastar la rebelion inmediatamente. Los bretones, que consideraban que el rey había actuado de mala fe y consideraban que Olivier había sido asesinado, aportaron todo el apoyo que pudieron a Jeanne.
Sin embargo, Jeanne sabia que no iba a poder mantener la ventaja en cuanto Felipe VI el Afortunado pudiera reorganizar sus tropas.
De modo que con el dinero que le quedaba, construyó tres barcos, los pintó de negro y con las velas teñidas de rojo y a bordo de la nave capitana llamada Mi Venganza, se echó al Canal de la Mancha y se puso a hundir todo lo que tuviera bandera francesa.
Durante entre 2 meses y 13 años, pues las fuentes no se ponen de acuerdo, la Tigresa de Bretaña (Leoness en ingles, tigresse en frances) castigó a la flota francesa como nunca, para enorme satisfacción de los ingleses, a quienes llego a abastecer en 1346, durante la batalla de Crecy, empleando sus barcos.
Pero eventualmente fue derrotada y su nave hundida. Aunque consiguió escapar en un bote con sus dos hijos Olivier y Guillaume, quien tras cinco dias a la deriva murió de hambre y cansancio.
Madre e hijo fueron rescatados por partidarios de los Montfort y llevados a Inglaterra, donde sus esfuerzos fueron recompensados casando a Jeanne con Sir Walter Bentley, con quien vivió en el castillo de Hennebont hasta el fin de sus dias en 1359.
El mismo Eduardo III de Inglaterra confirmó que Olivier recibiría las posesiones de su madre, así como las de su padrastro. En 1360, finalmente el rey de Francia rehabilitó a Olivier de Clisson, y su hijo pudo reclamar las tierras que le correspondían.
- La Frase de Hoy:
- Disparado esmeril, toro herido;
fuego que libremente se ha soltado,
osa que los hijuelos le han robado,
rayo de pardas nubes escupido;
serpiente o áspid por el pie oprimido,
león que las prisiones ha quebrado,
caballo volador desenfrenado,
águila que le tocan a su nido;
espada que la rige loca mano,
pedernal sacudido del acero,
pólvora ha quien llegó encendida mecha;
villano rico con poder tirano,
víbora, cocodrilo, caimán fiero
es la mujer siel hombre la desechale tocas los cojones - Quevedo
- Para el que no lo Sepa: Olivier V Clisson, el de la Jeanne, combatió en 1370 junto con Bertrand Du Gluescin, condestable y mercenario frances, famoso en estos lares por la frase "Ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor".
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