El caballero de la blanca toalla

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Mama está muerta. Y la Señora Hanlinn. Y todos los demás del edificio. Dirán que fué una explosión de gas, pero yo los vi.
El señor Carson, con una toalla blanca en torno a la cintura, tiró de mí por el pasillo mientras los vapores multicolores de la habitación se concretaban en formas animales. Partes de gorila, de cabra y de toro se confundían con alas membranosas por todas partes. Y esa risa, taladrando mis tímpanos como cuchillas arañando una pizarra.
Mientras botaba sobre el hombro de aquel hombre en dirección a la calle pude ver como aquellas cosas se dispersaban por los pasillos. El fuego comenzó poco después, simultáneamente en varias habitaciones, engullendo en cuestión de minutos todo el edificio.
Estaba como hipnotizada. Carson me subió a un coche que no era el suyo, fui consciente de cómo manipulaba los cables debajo del volante, pero no podía apartar la mirada de las llamas que crecían por la fachada.
Arrancamos a toda prisa y ni siquiera quise luchar para evitar que me llevara. Lloré pensando en mi madre, hubiera querido hacer algo para salvarla, pero, en lo más hondo de mi interior, quería  salir de allí lo antes posible.
Noté que Carson murmuraba unas palabras, siempre las mismas, con un ritmo monótono pero urgente.
- Señor todopoderoso, protégenos. Señor todo bondadoso, acógenos. Señor de todo lo que es, danos una señal.
Una y otra y otra vez. Le miré durante un momento, los ojos fijos al frente, conduciendo mecánicamente con un destino indefinido, tratando más bien de poner la mayor distancia posible entre nosotros y el hostal.
- Señor todopoderoso, protégenos. Señor todo bondadoso, acógenos. Señor de todo lo que es, danos una señal.- repetía.
Nunca hubiera tomado al Señor Carson por alguien religioso pero, después de ver a aquellas criaturas, también yo estaba dispuesta a rezar.
Cuando empecé a hablar, Carson me miró, como si no se hubiera dado cuenta de que estaba allí, como si hubiera olvidado que había cargado conmigo hasta el coche. Hizo una pequeña pausa y cuando empecé la siguiente repetición se unió al rezo volviendo la vista hacia la carretera.
Repetimos el mantra una y otra vez, y pasado un rato ya no sentía miedo. Entonces algo llamó mi atención. El grafitti pintado en la pared de un edificio al fondo de la calle empezó a brillar. Las letras y rayones comenzaron a moverse hasta formar un símbolo circular, como un conjunto de pétalos rodeando unas letras de un alfabeto extranjero.
Carson aceleró el coche contra la pared y, justo antes del impacto, una intensa luz nos engulló.
Me sentí desvanecer. Sentí cómo mi cuerpo se dividía en partes cada vez más pequeñas, partes que se disgregaban como un castillo de arena bajo la marea. Me elevé, nívea y sin cuerpo siendo consciente de todo cuanto ocurría en la calle primero, luego en la ciudad y, al final, en el mundo. Pero antes de poder saborear aquella sensación volví a verterme, como la lluvia, en la forma de una adolescente, descalza y con un pijama rosa de ositos blancos.
Me materialicé postrada en una habitación roja, completamente vacía excepto por la figura dorada que se recostaba, plácidamente, en un trono, y los tres guardias que formaban a su alrededor. Llevaban una especie de alabarda alargada con el filo serrado y unos escudos rectangulares de varias capas de mimbre. Vestían armaduras lacadas con motivos animales y los yelmos cerrados ocultaban sus rostros. Por el contrario, el individuo del trono, parecía estar desnudo bajo su vaporosa toga de color dorado. Era rubio y de ojos ambarinos, y la luz reflejada en sus ropajes le confería un tono metálico a su piel pálida. El rostro, como de un niño, contrastaba con el cuerpo musculoso y, cuando habló, lo hizo con una voz que parecía tener miles de años.
- Levántate, Beatriz, ya estas a salvo.- Retumbó su voz en la estancia.
- ¿Do... dónde estoy?-balbuceé
- Estas en mi casa.
- ¿Y quién eres tú?
- Me conocen por muchos nombres, sería muy largo decirte todos. Puedes llamarme Chakra.
- ¿Eres Dios?
- Ciertamente hay gente que lo piensa, y en cierto modo, no les falta razón. Cumplo muchas de las características que la gente le atribuye al Creador. De hecho, si estoy esperando a que formules tus preguntas, es porque a vosotros os resulta más cómodo.
- ¿Sabes lo que voy a decir?
- Lo sé todo. Se lo que has hecho, y se por qué, se lo que piensas y se lo que harás para remediarlo.
- Pero yo no he hecho...
- ¿Nada? Has mentido a tu madre, has roto las reglas de la hospitalidad y, por tus acciones, ha acabado la vida de cuarenta y seis personas.
- No era mi intención.
- También lo sé, pero, en contra de lo que siempre te han dicho, la intención no es lo que importa. Importan los hechos, y los hechos son que has liberado a doce Rakshasas.- supo qué le iba a preguntar.- Entes sobrenaturales con capacidad de cambiar de forma e instintos malignos. Djinns, Onis... Demonios. La pregunta es ¿Qué vas a hacer para remediarlo?
- ¿Yo? Yo no puedo hacer nada.- Las lágrimas de impotencia comenzaron a brotar cuando el recuerdo de lo ocurrido me golpeó casi con una fuerza física.- Sin embargo, tu eres Dios, eres todopoderoso. Tú puedes arreglarlo.
- No es tan fácil, señorita. Ser omnisciente significa conocerlo todo, todo lo que ha pasado, todo lo que está pasando y todo lo que pasará si permito que ocurra, así como también si decido detenerlo. Ser omnipotente significa que cada acción que lleve a cabo desencadena nuevas situaciones, como ondas en un estanque, que pueden provocar que el resultado sea incluso peor que el que ha requerido mi intervención. En la presente situación, ayudarte a cumplir tu objetivo no provocará más daño, intervenir directamente, sí.
- Pero, ¿cuál es mi objetivo?
- Como suele decirse, volverás a meter el Genio en la botella.

2 comentarios:

Unknown dijo...

En mi cabeza mientras lo leía era todo muy onírico (antes de que pusieras lo de los brillos del graffiti ya me lo estaba imaginando todo lleno de brillos y destellos, el motivo: ni idea). Por otra parte... y Carson? se ha desintegrado? ha desaparecido? se ha transformado en el individuo sospechoso, digo... misterioso onminiscente? o simplemente está mirando como pasmarote? pobre hombre le has dejado abandonado... no nos cuentas que le pasa (animalico)

Me ha hecho gracia la chiquilla con el "arréglalo", mírala que maja, brown throwing XD

Está chulo, falta el "continuará" al final del texto.

Logabe dijo...

Esta historia cada vez me engancha más :D Pero corregiría algunas cosas en cuanto a estilo (obvio los fallos ortográficos, con que lo pases por el Word ya te salen).

A primera vista, las repeticiones. Por ejemplo: segundo párrafo, "taladrando....arañando..." ("que arañan" y dices lo mismo). "Ciertamente hay gente que lo piensa, y en cierto modo" ciertamente cierto :P. Y otra repetición curiosa que usas como recurso, las comparaciones. Seis en total en un texto tan corto. Yo te aconsejo sustituir algunas en plan metáforas, ahorrarte el "como...".

Aparte de eso, chapó. Yo veo bien marcada la diferencia entre el mundo real, en el coche, con el hombre, los dos huyendo y yendo de pleno contra el muro, y la parte más onírica, en la habitación de Chakra. Pero voy por orden.

Párrafo 4: "fui consciente de cómo manipulaba los cables debajo del volante, pero no podía apartar la mirada de las llamas que crecían por la fachada." le da veracidad, ves la escena perfectamente, esa sensación de no poder apartar la vista del fuego pero al mismo tiempo sabes que alrededor están pasando qué cosas. Empatizas. Más adelante, casi al final cuando se pone a llorar de impotencia porque Chakra le pregunta que qué piensa hacer para arreglarlo, indica muy bien la edad que tiene, le da ese toque infantil, que es lo que toca ahora mismo dada la situación. El párrafo "Arrancamos a toda prisa...." también me ha encantado, es adolescente y ahí también se nota. En un futuro, si decides seguirlo, puedes hacerla caprichosa, o algo más, no sólo llorona. Como idea.

Bien definido el trance, la transición, el traslado a la habitación/templo de Chakra. Me gusta tal y como está, pero si quisieras alargarlo, ahí sería un buen párrafo para hacerlo, un poco más de descripción, pero eso a tu gusto. A mí me gusta tal y como está. El detalle del reflejo de la ropa en la piel, muy original, jamás había leído algo así pero es cierto, dependiendo del color de la ropa hay algunas tonalidades que causan reflejo en la piel.

"- No es tan fácil, señorita" ZASCA!!! JAJAJAJA!!! Me gusta cómo describes a Chakra y cómo actúa, es un pseudodios pero no habla ni actúa según lo esperado, y sin embargo tiene ese deje delicado, pausado, tranquilo. Me mola. Si hay continuación espero más apariciones "estelares" de Chakra xD