El Paquete

Lo siento Logabe, no podia dejarlo asi.

 Carla palpaba la caja mecanicamente. Trataba de tranquilizarse aferrandose a lo único real que tenia a su alcance. Se concentró, obligandose a respirar a un ritmo pausado. Ni siquiera notó la humedad que subia del río ni las pesadas gotas que comenzaban a empaparla. Cuando el empujon de la adrenalina cesó se dejo caer en un banco, totalmente ajena a lo que le rodeaba. No oía nada, mas que los gritos de Mikel ordenandole correr y el estampido de los disparos. No veía nada salvo la huella roja de la sangre de Kevan en la pared y las plumas negras de los cuervos llenando la ruta de huida. No sentía nada excepto la respiracion de los sabuesos pisandole los talones. Entonces fue consciente de su situacion. Sopesó el paquete, incredula, pensando que por incalculable que fuera su valor, mayor habia resultado su coste. Cuando las lagrimas acudieron a sus ojos no tuvo fuerzas para retenerlas. Tras un rato al fin fue consciente de su entorno y sintió el frio abriendose paso bajo su abrigo.
- ¿Necesitas ayuda?
Ella se sobresaltó y alzó la mirada sintiendose a partes iguales asustada y furiosa al ser interrumpida en un momento tan personal. Solo era un chaval. Parado en mitad de la calle, la lluvia calaba su gorro de lana y oscurecia la gabardina. Al ver la estampa del desconocido cayó en la cuenta de que no podia continuar con el plan tal y como estaba previsto. No podia huir para siempre, no con la caja. Ni podia permitir que el sacrificio de sus amigos fuera en vano. Decidida, Carla se levanto y, estirandose por encima del petríl, arrojó el paquete y se aseguro de que fuera engullido por el torrente.
Lo siguio con la mirada al tiempo que una sensacion de paz fluia en su interior. Como si el peso que le atenazaba el corazon se hubiera ido corriente abajo junto con aquella caja del demonio. Calahan no la mataría, no hasta que tuviera la caja, y sin ella la policia no tenia pruebas para atraparla. Ambos esperarian a que moviera la mercancia, pero eso jamas ocurriria. Vengaría sus compañeros, por supuesto, pero primero debia sobrevivir, prepararse.
Relajada, con un sentimiento de momentanea tranquilidad, metio las manos en los bolsillos, asegurandose de que la navaja estuviera aun alli, y se giro para irse. Al hacerlo se dio de bruces con aquel mocoso curioso.
- Es de mala educacion no contestar a quien te ofrece ayuda- le interpelo el, desabrido.
- Es de mala educacion espiar a los desconocidos.- dijo ella como unica respuesta y, con total naturalidad, se alejo calle abajo en pos del eco del Big Ben.
Quien le iba a decir a aquel chico lo cerca que habia estado de morir.

• La Frase de Hoy: Que este año este lleno de magia y sueños y buenos momentos. Espero que leas buenos libros y beses a alguien que piense que eres maravilloso, y no te olvides de hacer arte -- escribe o dibuja o construye o canta o vive como puedas. Y espero que en alguna parte de este año te sorprendas a ti mismo. Neil Gaiman.