Post tenebras Lux (I)

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En la frontera entre Suiza y Francia, a orillas del lago Leman, el mayor lago de Europa occidental, se alza el cantón de Ginebra. En el centro mismo del cantón se encuentra la ciudad del mismo nombre.
Y alli, en medio del cogollito de una poblacion extranjera, aparecio un matrimonio primerizo, cual Paco Martinez Soria con mapa incorporado.
En mi descargo dire que previamente al viaje me empapé mapas, rutas y sistema de transportes, por lo que fue to reach and kiss the saint.
Dio la casualidad que en el mismo avion que nosotros habia un (UNO!) español que aparentemente no tenia ni papa de francés y que se alojaba en nuestro mismo hotel. Asi que nos orientamos juntos por el aeropuerto y llegamos en menos de media hora (hubo que andar un poquillo, pero para ser el primer dia no estuvo mal). Por desgracia los responsables de consignar la reserva de nuestro espontaneo acompañante lo hicieron por error en el hortel del aeropuerto, por lo que le pidieron un taxi y desanduvo lo andado. Esperemos que se diera bien la reunion del dia siguiente.
Una vez solos en la moniiiiiiisima habitacion (hey, cuatro estrellas!, a ver que pasa) lo primero fue hacerle fotos. El Nippon complex de mi reciente esposa dio como resultado casi 3000 fotos del viaje que los elegidos podran ver.
Despues de ubicarnos y deshacer las maletas, nos aventuramos a la noche ginebrina y pudimos ver.... practicamente nada, porque la ciudad cierra a las 20h.
No obstante la ciudad como tal estar, estaba, asi que pudimos ver y fotografiar los edificios y los murales que adornan los portales (que lo flipas con ellos, desde mosaicos de estilo romano a relieves con tematica mitologica).
Como vimos que no habia nada recorrimos calle arriba, calle abajo a ver que habia por los alrededores y localizamos un restaurante italiano, donde probamos el Roastbeef. Muy rico, pero algo crudo (¿Que?¿que el roastbeef ES crudo? miiiiiiiiiratú).
Detalle interesante de Ginebra (Geneve en ingles, falso amigo de la ciudad italiana de Genova, Genoa en ingles) todo es cariiiiisimo. Una de las noches que pasamos alli cenamos en un McDonalds y nos salio la broma a 40 francos largos (unos 30 y pico euros dos menús).
el día siguiente, una vez descansados del vuelo (que en realidad fueron un par de horas y no cansó mucho porque yo estaba en modo "niño pequeño en su primer vuelo") salimos a ver cosas de la ciudad. Afortunadamente la ciudad es pequeña y tiene todo lo interesante localizado en dos grandes focos.
Detalle interesante de Ginebra numero 2: Los ginebrinos son gente amable y solicita, por definicion. De tal suerte que cuando un ginebrino ve a alguien con un mapa desplegado en la mano, surge junto a él con un afable "can i help you?". Nos paso en dos ocasiones y fueron realmente útiles sus indicaciones, ya que sin ellas jamas habriamos sabido que el Museo del Reloj (Musee d'Horlogerie) estaba cerrado, desmantelado y se lo habian llevado de alli. Ni siquiera su web oficial lo indica.
El primer dia decidimos cruzar el puente sobre el Rhone para ver la parte vieja de la ciudad.
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Fuimos en autobus hasta las cercanias del (ahora gran amigo) Jet D'eau y tomamos un trenecito turistico por una de las riberas del lago Leman. Despues, siguiendo el rastro de la torre de la Catedral de San Pedro, llegamos a la ciudad vieja, tomamos fotos, seguimos hacia el palacio de justicia, tomamos fotos, comimos al lado de la Maison Tavel, tomamos fotos y cuando las baterias se quedaron secas, enfilamos al parque del Bastions a ver universitarios tumbados en el cesped y fuentes de agua potable sin agua (costumbre al parecer muy ginebrina ya que la fuente de los "monociélagos" tambien estaba seca.)
El dia siguiente, junto con el CERN, que tendra su propia entrada, visitamos la parte norte de la ciudad donde se encuentra el Palacio de las Naciones y el museo de la Cruz Roja (y la Media Luna Roja, no vayan a mosquearse los arabes). El primero es la sede de las Naciones Unidas, heredada de cuando fue la sede la Liga de Naciones alla por los tumultuosos tiempos de la postguerra (como la Liga se creó tras la I Guerra Mundial y no fue capaz de evitar la II, se disolvio y se fueron a casa, dando paso a la ONU).

El edificio es muy bonito y esta adornado con esculturas, murales y obras de arte provinientes de los estados miembros. Incluso el marmol y la porcelana son de Italia y Alemania. El unico problema es que desde que entras por la puerta parece que te fueras a llevar a los politicos que corretean por alli (aunque despues de ver que se habian llevado un radiador, quien sabe..).
Si te separas del grupo, te echan, si te quitas la cinta naranja de visitante, te echan, si tocas algo, te echan...
Si a eso le sumamos la prisa que tenia el guia por irse a comer, que recorrio todo el palacio en una hora y pico, tenemos el resultado de que yo escuchaba al fulano y mi esposa hacia fotos que luego en el hotel vimos para "ver" lo que habia. Fue un agobio muy grande quedarnos con un grupo de ingleses que se estaban haciendo una foto (en una sala donde el guia nos dejo diciendo "podeis tomaros unos momentos para hacer fotos") y notar que el guia y el resto habian desaparecido. Afortunadamente no paso nada y terminamos encontrando al tio, pero lo que es ver o , mejor dicho, disfrutar el palacio, nothing!
Para cuando llegamos al museo de la Cruz Roja (et al) estaban a punto de cerrar, asi que ni siquiera pillamos entrada, lo vimos un poco desde fuera y nos fuimos a comer. Me sorprendieron un par de cosas enormemente. Una, un grupo de estatuas antropomorfas formando en la puerta, embozadas de la cabeza a los pies, posiblemente en referencia a los leprosos, como apunto mi niña.

Otra, la placa conmemorativa junto a una flor en el parque de al lado del museo, dedicada a Florence Nightingale que no sabia quien era y al parecer fue una importante impulsora de la enfermeria.
Para terminar la estancia, recorrimos de nuevo las cercanias del lago hasta encontrar una "pastiserie" donde tomarnos un capuccino y un par de "petit swiss" (ni punto de comparacion en tamaño con los de aqui). Posiblemente me deje mas cosas, pero puedo hablar tanto de aquello que no quiero aburrir a nadie. Se admiten preguntas.
  • La Frase de Hoy: And ne forhtedon na (Y no conoceran el miedo). En la lapida de Jorge Luis Borges en el cementerio de Plainpalais en Ginebra. Que no vimos.
  • Para el que no lo Sepa: Post tenebras lux, Luz tras la oscuridad, es el lema de la ciudad y cantón de Ginebra. En su escudo figuran el aguila imperial, debido a haber formado parte del Sacro Imperio Romano y una llave de oro (de dos que hubo originalmente) que simbolizan las llaves de San Pedro, patrón de la catedral de la ciudad. Como el escudo es partido, solo se muestra la mitad de ambos escudos anteriores. Tambien, en lo alto del escudo, se suele colocar un sol con las siglas en griego IHS (Jesus, salvador de la humanidad) como herencia de Calvino y su importancia para la ciudad. Desde la inclusion del cantón en la confederacion helvetica el escudo cambio su forma original por el de punta redonda. Solo se usan los adornos exteriores en el escudo del cantón y no en el de la ciudad.
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La robusta y madura Helvecia junto
con la joven e independiente Ginebra.
¿Cual es cual?

2 comentarios:

Amatista dijo...

Se te ha olvidado comentar un par de cosillas como datos de interés, como que el deporte nacional en Ginebra es espanzurrarse en el cesped pero que a pesar de ello este estaba en perfectísimo estado, que nadie tema si tiene que pasar a un baño público en un parque donde se juega al ajedrez gigante y además está en él la universidad, porque dicho baño está completa y absolutamente impoluto.

También cabe destacar que a los ginebrinos no se les oye hablar sino que se les ve hablando, sobre su manera de conducir completamente cívica también se podría decir mucho

Pero sobre todo cielo... ¡No has puesto la foto del megaconejo de chocolate!

En fin, tendremos que volver, no?

Erynus D'Alecto Graeme dijo...

Of course, Milady.
Tranquila, que el (I) en el titulo es que queda mas material y hay mas dias ;)
Esto es solo para abrir boca.
Te quiero.